El embarazo es una situación especial del organismo femenino caracterizada por los continuos cambios hormonales.
Algunas mujeres sienten los diferentes síntomas causados por estos cambios desde los primeros días o semanas de embarazo mientras que otras no notan nada hasta aproximadamente los 3 o 4 meses.
Además, no todas las embarazadas presentan la misma sintomatología. Los síntomas a lo largo de la gestación son muy variables y van cambiando en las diferentes etapas de embarazo.
Algunos síntomas iniciales aparecen al principio mientras que otros no son inmediatos y aparecen a lo largo de los nueve meses.
Los 10 síntomas de embarazo más comunes
En general, la mayoría de las mujeres en estado de embarazo presentan los siguientes síntomas, aunque la gravedad o intensidad con la que los sienten es variable. A continuación os presentamos los más comunes:
- Amenorrea: la falta de menstruación es un síntoma común en todas las mujeres. Aunque, a veces, se da dolor menstrual que puede confundir al respecto.
- Aumento de peso y volumen: se da un aumento de entre 0,5 y 1,5kg al mes, aunque es muy variable. El aumento más significativo se da en el tercer trimestre.
- Cambios en el pecho: se da un aumento de tamaño y aumenta la sensibilidad. La areola del pezón puede volverse más oscura. Puede aparecer dolor de pezón. También aumenta la irrigación sanguínea por lo que pueden notarse las venas.
- Náuseas y vómitos: muchas embarazadas sufren náuseas e incluso vómitos por la mañana. Esto se debe al aumento de estrógenos, progesterona y hormona beta-hCG.

- Mareos y dolor de cabeza: los mareos matutinos son muy frecuentes en los dos o tres primeros meses de gestación ya que baja la presión sanguínea. También puede aparecer dolor de cabeza por tensión nerviosa o por el aumento de volumen sanguíneo.
- Manchas en la piel: aparecen debido a las hormonas del embarazo. Suelen desaparecer tras el parto. Se conoce como cloasma.
- Ganas de orinar: el útero crece y aprieta la vejiga, haciendo que aumenten las ganas de orinar, cada vez con más frecuencia.
- Flujo vaginal: aumentan las secreciones vaginales para evitar que el bebé adquiera infecciones.
- Antojos: pueden deberse a que el cuerpo requiere alguna vitamina o mineral, aunque no hay ninguna explicación científica. También se puede alterar el apetito y puedes pasar de tener hambre a tener náuseas en poco tiempo.
- Estrías: son más frecuentes en pechos, piernas y tripa. Se deben al estiramiento excesivo de la piel que se produce por el aumento de volumen.
Síntomas de riesgo
Además de estos síntomas habituales, existen otros menos comunes y algo más preocupantes. Ante la aparición de alguno de los siguientes síntomas, la recomendación es contactar de inmediato con el ginecólogo para determinar la causa y buscar la solución.
- Sangrado vaginal: un leve sangrado puede ser normal, pero uno abundante es preocupante ya que puede ser signo de aborto o embarazo ectópico.
- Dolor o ardor al orinar: pueden ser señales de una infección urinaria.
- Dolor agudo de estómago.
- Dolor de cabeza muy grave.
- Problemas visuales.
- Aumento brusco de peso.
- Hinchazón de manos y cara.
- Fiebre.
Tampoco hay que alarmarse ante cualquier síntoma inusual o poco común. Es importante determinar cuándo se trata de algo grave y cuando es un simple efecto de los cambios del organismo. Es común que las embarazadas primerizas acudan al médico especialista ante cualquier variación o molestia.